martes, 31 de agosto de 2010

Conociendo a Borges

Conociendo a Borges:  no existe un escritor más argentino y más universal

“Somos muestra memoria,somos ese quimérico museo de formas inconstantes,ese montón de espejos rotos”.
"La literatura es un lenguaje universal que le habla a una audiencia global.Y quien haya vivido en América latina sabe cuán importantes han sido los aportes de Borges a la literatura. Aunque no ganó el Premio Nobel por razones políticas, es una de las mayores figuras de las letras del siglo XX."
Cabe destacar su  insaciable curiosidad como uno de los rasgos característicos de su inteligencia. Su mayor felicidad era la buena literatura.

Escritor argentino cuyos desafiantes poemas y cuentos vanguardistas le consagraron como una de las figuras prominentes de las literaturas latinoamericana y universal. Nacido el 24 de agosto de 1899 en Buenos Aires, e hijo de un profesor, estudió en Ginebra y vivió durante una breve temporada en España relacionándose con los escritores ultraístas. En 1921 regresó a Argentina, donde participó en la fundación de varias publicaciones literarias y filosóficas como Prisma (1921-1922), Proa (1922-1926) y Martín Fierro en la que publica esporádicamente; escribió poesía lírica centrada en temas históricos de su país, que quedó recopilada en volúmenes como Fervor de Buenos Aires (1923), Luna de enfrente (1925) y Cuaderno San Martín (1929). De esta época datan sus relaciones con Ricardo Güiraldes, Macedonio Fernández, Alfonso Reyes y Oliveiro Girondo. En la década de 1930, debido a una enfermedad hereditaria, comenzó a perder la visión hasta quedar completamente ciego. A pesar de ello, trabajó en la Biblioteca Nacional (1938-1947) y, más tarde, llegó a convertirse en su director (1955-1973). Conoce a Adolfo Bioy Casares y publica con él Antología de la literatura fantástica (1940). A partir de 1955 fue profesor de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires. Durante esos años, fue abandonando la poesía en favor de los relatos breves por los que ha pasado a la historia. Aunque es más conocido por sus cuentos, se inició en la escritura con ensayos filosóficos y literarios, algunos de los cuales se encuentran reunidos en Inquisiciones. La historia universal de la infamia (1935) es una colección de cuentos basados en criminales reales. En 1955 fue nombrado académico de su país y en 1960 su obra era valorada universalmente como una de las más originales de América Latina. A partir de entonces se suceden los premios y las consideraciones. En 1961 comparte el Premio Fomentor con Samuel Beckett, y en 1980 el Cervantes con Gerardo Diego. Murió en Ginebra, el 14 de junio de 1986.

Las posturas políticas evolucionaron desde el izquierdismo juvenil al nacionalismo y después a un liberalismo escéptico desde el que se opuso al fascismo y al peronismo. Fue censurado por permanecer en Argentina durante las dictaduras militares de la década de 1970, aunque jamás apoyó a la Junta militar. Con la restauración democrática en 1983 se volvió más escéptico. A lo largo de toda su producción, Borges creó un mundo fantástico, metafísico y totalmente subjetivo. Su obra, exigente con el lector y de no fácil comprensión, debido a la simbología personal del autor, ha despertado la admiración de numerosos escritores y críticos literarios de todo el mundo. Describiendo su producción literaria, el propio autor escribió: -No soy ni un pensador ni un moralista, sino sencillamente un hombre de letras que refleja en sus escritos su propia confusión y el respetado sistema de confusiones que llamamos filosofía, en forma de literatura-.

Ficciones (1944) está considerado como un hito en el relato corto y un ejemplo perfecto de la obra borgiana. Los cuentos son en realidad una suerte de ensayo literario con un solo tema en el que el autor fantasea desde la subjetividad sobre temas, autores u obras; se trata pues de una ficción presentada con la forma del cuento en el que las palabras son importantísimas por la falsificación (ficción) con que Borges trata los hechos reales. Cada uno de los cuentos de Ficciones está considerado por la crítica como una joya, una diminuta obra maestra. Además, sucede que el libro presenta una estructura lineal que hace pensar al lector que el conjunto de los cuentos conducirán a un final con sentido, cuando en realidad llevan a la nada absoluta. Otros libros importantes del mismo género son El Aleph (1949) y El hacedor (1960). © eMe


Características de su prosa:

  •  Sustantivos simbólicos: laberinto, espejo, torre, sueño, caos, vértigo.
  • Adjetivos antepuestos al sustantivo: infinito...vasto...circular...remoto...
  • Palabras entre paréntesis, comas o guiones: implican vacilación o por el contrario, crean atmósfera de verdad.
  •  Uso de nombres propios de personajes conocidos, lugares ciertos y fechas.
Temas:
  • La identidad.
  • El laberinto.
  • Los sueños
  • El tiempo.
  • Buenos Aires.


Datos Biográficos:













Textos para leer:
Cuentos:
  • Borges y yo
  • Hombre de la esquina rosada



  • El otro 

      

Poemas:


Borges: anécdotas


div style="width:425px" id="__ss_2236353">Las Salidas De Borges
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 Más información y textos sobre Boges y de Borges en:
http://laberintodelecturas.blogspot.com/2010/08/blog-post.html

viernes, 27 de agosto de 2010

"AGUAFUERTES PORTEÑAS"

                           "AGUAFUERTES PORTEÑAS"
Con este título están recogidas y publicadas algunas de las crónicas escritas por Roberto Arlt para el diario El Mundo entre el 1928 y el 1933.En ellas se mezcla el género periodístico y el folletín, recogiendo lo descriptivo de uno y la concreción del otro.En los Aguafuertes, encontramos al mismo autor inconformista que se reflejaba en sus novelas, aunque con un ánimo más optimista, educativo, moralista:«Personas que me conocen poco dicen que soy un cínico; en verdad, soy un hombre tímido y tranquilo, que en vez de atenerse a las apariencias busca la verdad» (Soliloquio del solterón).
No por ello se distingue una mayor confianza en la sociedad ni especial aprecio por la bondad humana.El uso de temas populares,el alejamiento del trascendentalismo y la metafísica imperante en sus novelas junto al distinto uso que hace del humor y la ironía, son los fundamentos donde se ampara el éxito de los artículos de Arlt.
El carácter didáctico y concreto de sus planteamientos le lleva a mostrar, como lo hiciera Don Juan Manuel en El Conde Lucanor, los ejemplos que fueren necesarios para ilustrar el planteamiento antes de entregar cualquier resolución.Se ayuda además, del tratamiento en primera persona, atribuyéndose el papel de testigo ocular o protagonista y aportando la requerida verosimilitud. Los temas y sus desarrollos son completamente realistas —incluso costumbristas—, perfectamente creíbles y observables en aquel Buenos Aires de los años treinta, resultando especialmente humorísticos los retratos de personajes tipo, retratos de diferentes pícaros y oficios.
Ateniéndose a la clase social del receptor, lenguaje llano, con términos sencillos, reiteradamente adjetivados y añadiendo el uso de refranes y dichos populares. Para mayor concreción, delimita con exactitud el tiempo —presente, por supuesto— y el espacio, próximo y común.
No obstante, el tono empleado no es en ningún caso monótono ni uniforme ni siempre comedido, hay veces que la crítica tiene que ser directa y directamente ataca el absentismo, la falta de lucha, la docilidad:
«¿Para qué habrán nacido estos hombres serios? ¿Se puede saber? ¿Para qué habrán nacido estos menores graves, estos colegiales adustos?» (Los chicos que nacieron viejos)
El doble valor de estos textos justifica sobradamente el éxito popular y la alegría de su editor, se trata de un humor sencillo y coloquial, identificable, y por otro lado conlleva una carga didáctica de fácil comprensión ya que los consejos o conclusiones son sacados directamente de la experiencia, añadiendo apenas algún razonamiento o sonrisa de complicidad de escasa complicación.
Se dice que se vendía El Mundo casi exclusivamente por estos artículos y que gracias a ellos, Roberto Arlt contestaba con orgullo de ganador las muchas críticas que su estilo recibía. El paso del tiempo sobre ellos los ha convertido en mosaicos de una época y las dudas sobre su estilo han quedado disipadas ante la magnitud y originalidad de su intensa obra

Aquí puede descargar el texto completo de AGUAFUERTES PORTEÑAS, libro que condensa algunos de estos escritos que publicó Roberto Arlt, en la década de 1930, en el periódico "El Mundo".

Roberto Arlt

Roberto Arlt (Buenos Aires, 2 de abril de 1900 — 26 de julio de 1942)
Novelista, cuentista, dramaturgo, periodista e inventor argentino.

Hijo de un inmigrante prusiano y una italiana, Roberto Godofredo Christophersen Arlt,publicó El juguete rabioso, su primer novela, en 1926. Por entonces comenzaba también a escribir para los diarios Crítica y El mundo. Sus columnas diarias Aguafuertes porteñas, aparecieron de 1928 a 1935 y fueron después recopiladas en el libro del mismo nombre. Se divertía contando de sus amistades con rufianes, falsificadores y pistoleros, de las que saldrían muchos de sus personajes. Las Aguafuertes se convirtieron con el tiempo en uno de los clásicos de la literatura argentina. Al mismo tiempo de su actividad como escritor, Arlt buscó constantemente hacerse rico como inventor, con singular fracaso. Formó una sociedad, ARNA (por Arlt y Naccaratti) y con el poco dinero que el actor Pascual Naccaratti pudo aportar instaló un pequeño laboratorio químico en Lanús. Llegó incluso a patentar unas medias reforzadas con caucho, que no fueron comercializadas, y al decir de un amigo, "parecen botas de bombero".En 1935, viajó a España y África enviado por El Mundo, de donde salen sus Aguafuertes Españolas. Pero salvo este viaje y alguna escapada a Chile y Brasil, permaneció en la ciudad de Buenos Aires, tanto en la vida real como en sus novelas, Los siete locos y su continuación, Los lanzallamas.Murió de un ataque cardíaco en Buenos Aires, el 26 de julio de 1942.

Obra
-Prosa

  • El diario de un morfinómano (1921)

  • El juguete rabioso (1926)

  • Los siete locos (1929)

  • Los lanzallamas (1931)

  • El Amor brujo (1932)

  • Aguafuertes porteñas (1933)

  • El jorobadito (1933)

  • Entrada a Bariloche (1934)

  • Aguafuertes españolas (1936)

  • El criador de gorilas (1941)

  • Nuevas aguafuertes españolas (recopilado en libro en 1960)
Drama

  • El humillado (1930)

  • 300 millones (1932)

  • Prueba de amor (1932)

  • Escenas de un grotesco (1934)

  • Saverio el Cruel (1936)

  • El fabricante de fantasmas (1936)

  • La isla desierta (1937)

  • Separación feroz (1938)

  • África (1938)

  • La fiesta del hierro (1940)

  • El desierto entra a la ciudad (póstumo) Farsa dramática en cuatro actos.

Grupo Florida y Boedo

Los grupos de Florida y Boedo: Lo estético y lo social en las dos corrientes literarias más importantesde la ciudad porteña
Existieron en Buenos Aires, entre los años 1920 y 1930, dos grupos literarios que motivaron más leyendas que vanguardias: los de Florida y los de Boedo.Si bien no marcaron dos actitudes estéticas bien definidas y concretamente asumidas, pasaron a la historia de la literatura nacional como dos vertientes opuestas, nacidas del Martinfierrismo.Ambos grupos contaban con sus respectivas publicaciones: el grupo de Florida -llamado así por estar ubicada su redacción sobre la calle Florida, céntrica, aristocrática y europeizante- contaba, entre otras publicaciones, con la revista Proa, y el grupo de Boedo -su redacción ubicada en la calle alejada, proletaria y tanguera del mismo nombre- estaba representado por las revistas Los Pensadores y Claridad.No obstante, no intentaron cimentar sus diferencias solamente colaborando con distintas publicaciones sino también marcando su intencionalidad frente a la producción literaria. Los de Florida, dirigiendo su preocupación hacia una nueva vanguardia estética, sin ingredientes ideológicos. Los de Boedo, inclinando su interés a una literatura que refleje los problemas sociales, inspirados en el mundo del trabajo y la ciudad. El arte puro confrontado con el arte comprometido.El grupo de Florida era conformado, entre otros, por los escritores Conrado Nalé Roxlo, Horacio Rega Molina, Oliverio Girondo, Ricardo Molinari, Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal, Francisco Luis Bernárdez, Raúl Gonzalez Tuñón, Eduardo González Lanuza, Norah Lange y, a la cabeza, Ricardo Güiraldes.El grupo de Boedo lo integraban, entre otros, los escritores Álvaro Yunque, Nicolás Olivari, Leónidas Barletta, Elías Castelnuovo, César Tiempo y Roberto Mariani. Durante mucho tiempo se trató de vincular a este grupo, como su figura más importante, a Roberto Arlt. Lo cierto es que él nunca se identificó plenamente con ninguno de los dos lados. Si bien poseía una mayor afinidad estética e ideológica en su obra con los de Boedo, es verdad que Castelnuovo le rechazó la publicación de su primera novela "El Juguete Rabioso", pudiéndola publicar gracias a la atención y generosidad de Ricardo Güiraldes, puntal de los de Florida.Un caso similar se dio con Raúl Gonzalez Tuñón, quien formaba parte del grupo de Florida, sin embargo la temática social de su poesía, así como su ideología revolucionaria, lo relaciona estrechamente con los bodeistas. Por otro lado, Nicolás Olivari, habiendo sido uno de los fundadores del grupo de Boedo, es uno de los primeros en abandonarlo para pasarse al de Florida. Así, con el correr del tiempo, ambos grupos se fusionan. Algunos integrantes de Florida manifiestan preocupaciones por los problemas sociales y algunos de Boedo, como Olivari, se interesan por las nuevas técnicas literarias.Jorge Luis Borges afirmó, en 1927, que "demasiado se conversó de Boedo y Florida, escuelas inexistentes", pero al año siguiente publica un artículo en el diario "La Prensa" titulado "La inútil discusión de Boedo y Florida". Más allá de sus conclusiones, parece aceptar, en su nota, la existencia de los dos grupos y su polémica. Los antagonismos sirvieron para subrayar el porteñismo de nuestra cultura urbana. En 1930, Elías Castelnuovo declaró: "tanto Boedo como Florida sirvieron de pretexto para iniciar una discusión que por entonces era necesaria. Muerta la discusión, ambos grupos pasaron a la historia".Leónidas Barletta afirmó que los dos grupos desaparecen definitivamente cuando encuentran un enemigo en común en la dictadura militar del 6 de septiembre de 1930, dictadura que silencia la democracia y la cultura nacional.Críticos e historiadores de la literatura no se mostraron poco sorprendidos ante la dependencia mutua y la constante necesidad de "tenerse en cuenta" de ambos grupos.Lo cierto es que, más allá del terreno literario, los grupos de Florida y Boedo se anticiparon a una antinomia social y cultural que zanjará nuestra historia del siglo XX

jueves, 19 de agosto de 2010

Oscar Wilde : "El abanico de Lady Windermere"

"El abanico de Lady Windermere"
El 6 de febrero de 1981 se emitió en el espacio Estudio 1 de Televisión española una adaptación, protagonizada por Carmen Elías (Lady Windermere), Luis Fenton (Lord Windermere) y Mercedes Alonso (Mrs. Erlynne

Oscar Wilde : "El abanico de Lady Windermere"

Oscar Wilde : "El abanico de Lady Windermere"
Entre los géneros literarios que escribía con una capacidad y brillantez creativa, Oscar Wilde escribió cuatro comedias. Una de ellas es “El abanico de Lady Windermere” -comedia en torno a una mujer buena- obra teatral escrita en 1892. El escritor irlandés se desenvolvía en los círculos aristocráticos y aprovechaba narrar acerca de ellos, reflejando agudeza e ironía de tal forma que era famoso por su ingenio.
Además de la proliferación de frases lapidarias de ingenio y de un sutil corte cínico, la trama está perfectamente estructurada sobre los apuros de una dama de recto pensamiento al descubrir las relaciones de su marido con una mujer de controvertida reputación y el vuelco que da la situación al entrar en contacto con ella. Pesa notablemente esa ingenua visión de cristiano sacrificio que, a juzgar por sus cuentos infantiles (El príncipe feliz, El gigante egoísta), obsesiona al autor.

El día de su cumpleaños, además del regalo de un abanico por parte de su esposo, la joven lady Windermere recibe la noticia de que su marido está pasando grandes cantidades de dinero a Mrs. Brlynne, dama casi cuarentona que ha aparecido últimamente en Londres con reputación de descocada. Confirma la noticia revisando los libros de cuentas de su esposo y se lo echa a éste en cara, negándose completamente a la pretensión que le manifiesta de hacerle el favor de aceptar a la mencionada señora en la fiesta de esa noche. A pesar de la negativa y amenazas de armar un escándalo, Lord Windermere se encarga de hacer la invitación y al llegar a la casa, lady Windermere no se atreve más que a hacer una mínima reverencia y evitarla. Una conversación entre susurros entre su marido y la señora acaban por rebelarla y hacer que se decida a aceptar la invitación de un galán arribista, lord Darlington que, conociendo la situación, la ha invitado a fugarse con él a otro país. Lady Windermere deja una nota contando a su marido lo que piensa a hacer y se marcha a la casa de Darlington. La nota es descubierta en primer lugar por Mrs. Brlynne, que la oculta y va detrás de ella. En la casa del seductor, a solas con ella, la señora se muestra muy tierna con ella y la persuade a no romper la felicidad que tiene con su marido y su bebé, dándole a entender que ella ha pasado por una experiencia similar. Cuando está casi convencida de que debe hacer caso y de que Mrs. Brlynne ni tiene una historia con su marido ni es tan mala como se dice, aparecen en la casa un grupo de amigos del inquilino, entre los que se encuentra Lord Windermere. Para evitar el escándalo, Brlynne pide a la Windermere que se escondan detrás de las cortinas y que se desliza a la calle en cuanto pueda y regresa a la casa de la que nunca debió salir sin que se note que ha faltado. Sin embargo, mientras los recién llegados charlan con lord Darlington, uno de ellos descubre en una mesa, olvidado, el abanico de lady Windermere. Cuando lord Windermere comienza a entrar en cólera pidiendo explicaciones al dueño de la casa, echando por tierra de nuevo la reputación que comenzaba a adquirir, Mrs. Brlynne sale de su escondite y pide que le devuelvan en abanico que por error se ha llevado de la casa de los Windermere. En el último acto, la sacrificada Brlynne acude a visitar a lady Windermere y devolverle el abanico, y en su conversación da suficientes pistas al espectador (y no a la otra) para descubrir que se trata de su madre, de la que su difunto padre siempre dijo que había muerto y que en realidad se fugó con un amante. Evitando la completa amargura de la sacrificada y el final infeliz, un pretendiente de Brlynne que se había echado para atrás ante el escándalo del abanico, rectifica y acepta casarse con ella con la única variación de irse a vivir fuera del infausto ambiente del Londres aristocrático.
Un abanico es la clave para entrar en el comportamiento de una sociedad que vive entre los chismes, intrigas, deseos, malas interpretaciones cinismo y secretos con una fineza de humor y concluir que el amor sale victorioso sea como sea.

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Oscar Wilde : "La importancia de llamarse Ernesto"

    "La importancia de llamarse Ernesto"
TÍTULO ORIGINAL: " The Importance of Being Earnest "
AÑO 2002
DIRECTOR Oliver Parker  (Obra: Oscar Wilde)
MÚSICA Charlie Mole
FOTOGRAFÍA Tony Pierce-Roberts
REPARTO Rupert Everett, Reese Witherspoon, Colin Firth, Jui Dench, Frances O'Connor, Anna Massey, Edward Fox, Tom Wilkinson
GÉNERO Comedia. Drama. Romance Siglo XIX

SINOPSIS Gran Bretaña, 1890. Jack tiene un secreto. Por un lado, disfruta de una vida tranquila y respetable en el campo, donde ejerce como protector de la bellísima Cecily. Pero, por otro, cuando necesita de mayores alicientes, Jack se escapa a Londres, donde se convierte en su imaginario hermano Ernesto Worthing. Ernesto es un hombre disoluto con gran preferencia por la vida extravagante, extremo que comparte con su íntimo amigo Algy.
Sin embargo, el objetivo de su última excursión es proponer en matrimonio a la prima de Algy, Gwendolen. Ignorante de la auténtica identidad de Jack, Gwendolen acepta de buen grado la oferta. No obstante, la madre de Gwendolen, la temida Lady Bracknell, tiene otros planes para su hija. Cuando pregunta a Jack por sus referencias sociales, descubre la verdad: Que fue hallado, cuando era un bebé, en un bolso abandonado en la Estación Victoria, por lo que le niega su consentimiento.
Mientras tanto, Algy, aprovechándose de la preocupante situación de su amigo, decide visitar a su adorada Cecily. Cuando se presenta a sí mismo como Ernesto, descubre encantado que Cecily lleva tiempo abrigando sus propias fantasías acerca de casarse con el hermano errante. Se produce el flechazo y al instante deciden casarse. Pero cuando Jack regresa al campo con la noticia de que su hermano ha fallecido, las cosas empiezan a complicarse seriamente. (FILMAFFINITY)


CRÍTICAS

  • "La magistral pieza cómica de Oscar Wilde de 1895 ha sido reducida de una mordaz sátira de la superficialidad de las clases altas a una tonta y efectista comedia costumbrista." (Stephen Holden: The New York Times)

  • "Tiene la vigencia de la que suelen gozar las obras imperecederas (...) La película mantiene todo lo bueno que debe poseer una adaptación de este calibre" (Javier Ocaña: Diario El País)

  • "Parker, el director, no da la talla, subrayando demasiado la ironía de cada frase visual y musicalmente, pero por fortuna el reparto sí (...) Todo es perfectamente dandy, una fiesta verbal en donde las palabras las carga el diablo." (Antonio Weinrichter: Diario ABC)

  • TU CRÍTICA:............................................








Oscar Wilde : "La importancia de llamarse Ernesto"

La importancia de llamarse Ernesto" Oscar Wilde.      Género: Teatro - Comedia.

Jack Worthing tiene un secreto. Por un lado, disfruta de una vida tranquila y respetable en el campo, donde ejerce como protector de la bellísima (y fabulosamente rica) Cecily Cardew. Pero, por otro, cuando necesita de mayor aliciente, Jack se escapa a Londres, donde asume la guisa del caprichoso Ernesto Worthing, su imaginario hermano. Ernesto es un hombre disoluto con gran preferencia por la vida extravagante, extremo que comparte con su íntimo amigo Algy Moncrieff. Sin embargo, el objetivo de la última excursión de Jack es proponer en matrimonio a la prima de Algy, Gwendolen. Gwendolen está convencida de que su destino es casarse con un hombre que se llama Ernesto; ignorante de la auténtica identidad de Jack, acepta de buen grado la oferta. No obstante, la madre de Gwendolen, la temida Lady Bracknell, tiene otros planes para su hija. Cuando pregunta a Jack por sus referencias sociales, descubre la verdad: que fue hallado, cuando era un bebé, en un bolso abandonado en la Estación Victoria, por lo que le niega su consentimiento. Jack se ve ahora obligado a deshacerse de Ernesto y a encontrar alguna evidencia de su abolengo, si es que pretende alguna vez casarse con Gwendolen. Mientras tanto, Algy, se aprovecha de la preocupante situación de su amigo y decide visitar a su adorada Cecily. Cuando se presenta a sí mismo como Ernesto, descubre encantado que Cecily lleva tiempo abrigando sus propias fantasías acerca de casarse con el hermano errante. Se produce el flechazo y al instante deciden casarse. Pero cuando Jack regresa al campo con la noticia de que su hermano ha fallecido, las cosas empiezan a complicarse seriamente. Sin embargo, hay una sorpresa a la vuelta de la esquina, una que va a condicionar por igual a cada uno de ellos, y que revelará, de una vez por todas, la importancia de llamarse Ernesto.
Esta obra es para el deleite de todos los públicos y todas las edades. Para disfrutar en toda su extensión ya sea a través de la historia que se cuenta como de las contradicciones en que incurren los personajes, el desfase entre dichos y acciones que provocan el efecto de la comicidad, y los maravillosos textos que dejan entrever una ácida crítica a la hipocresía social de todos los tiempos. Tal como lo expresa su autor: “En asuntos de vital importancia el estilo, y no la sinceridad, es lo que cuenta”.

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Oscar Wilde

Oscar Wilde (Dublín, 1854 - París, 1900)
Escritor británico. Hijo del cirujano William Wills-Wilde y de la escritora Joana Elgee, Oscar Wilde tuvo una infancia tranquila y sin sobresaltos. Estudió en la Portora Royal School de Euniskillen, en el Trinity College de Dublín y, posteriormente, en el Magdalen College de Oxford, centro en el que permaneció entre 1874 y 1878 y en el cual recibió el Premio Newdigate de poesía, que gozaba de gran prestigio en la época.
Oscar Wilde combinó sus estudios universitarios con viajes (en 1877 visitó Italia y Grecia), al tiempo que publicaba en varios periódicos y revistas sus primeros poemas, que fueron reunidos en 1881 en Poemas. Al año siguiente emprendió un viaje a Estados Unidos, donde ofreció una serie de conferencias sobre su teoría acerca de la filosofía estética, que defendía la idea del «arte por el arte» y en la cual sentaba las bases de lo que posteriormente dio en llamarse dandismo.
A su vuelta, Oscar Wilde hizo lo propio en universidades y centros culturales británicos, donde fue excepcionalmente bien recibido. También lo fue en Francia, país que visitó en 1883 y en el cual entabló amistad con Verlaine y otros escritores de la época.
En 1884 contrajo matrimonio con Constance Lloyd, que le dio dos hijos, quienes rechazaron el apellido paterno tras los acontecimientos de 1895. Entre 1887 y 1889 editó una revista femenina, Woman’s World, y en 1888 publicó un libro de cuentos, El príncipe feliz, cuya buena repercusión motivó la publicación, en 1891, de varias de sus obras, entre ellas El crimen de lord Arthur Saville.
El éxito de Wilde se basaba en el ingenio punzante y epigramático que derrochaba en sus obras, dedicadas casi siempre a fustigar las hipocresías de sus contemporáneos. Así mismo, se reeditó en libro una novela publicada anteriormente en forma de fascículos, El retrato de Dorian Gray, la única novela de Wilde, cuya autoría le reportó feroces críticas desde sectores puritanos y conservadores debido a su tergiversación del tema de Fausto. No disminuyó, sin embargo, su popularidad como dramaturgo, que se acrecentó con obras como Salomé (1891), escrita en francés, o La importancia de llamarse Ernesto (1895), obras de diálogos vivos y cargados de ironía. Su éxito, sin embargo, se vio truncado en 1895 cuando el marqués de Queenberry inició una campaña de difamación en periódicos y revistas acusándolo de homosexual. Wilde, por su parte, intentó defenderse con un proceso difamatorio contra Queenberry, aunque sin éxito, pues las pruebas presentadas por este último daban evidencia de hechos que podían ser juzgados a la luz de la Criminal Amendement Act.
El 27 de mayo de 1895 Oscar Wilde fue condenado a dos años de prisión y trabajos forzados. Las numerosas presiones y peticiones de clemencia efectuadas desde sectores progresistas y desde varios de los más importantes círculos literarios europeos no fueron escuchadas y el escritor se vio obligado a cumplir por entero la pena. Enviado a Wandsworth y Reading, donde redactó la posteriormente aclamada Balada de la cárcel de Reading, la sentencia supuso la pérdida de todo aquello que había conseguido durante sus años de gloria.Recobrada la libertad, cambió de nombre y apellido (adoptó los de Sebastian Melmoth) y emigró a París, donde permaneció hasta su muerte. Sus últimos años de vida se caracterizaron por la fragilidad económica, sus quebrantos de salud, los problemas derivados de su afición a la bebida y un acercamiento de última hora al catolicismo. Sólo póstumamente sus obras volvieron a representarse y a editarse. En 1906, Richard Strauss puso música a su drama Salomé, y con el paso de los años se tradujo a varias lenguas la práctica totalidad de su producción literaria